escaso porque nos hemos olvidado del lugar donde se encuentra.
escaso no por no existir, sino por no verla.
la esperanza habita en cada corazón, en cada rincon de nuestro ser, en cada mirada de un niño, en el canto de los pajaros, en las gotas de agua.
en el sonido de la lluvia...
la esperanza nunca se pierde.

